lunes, 14 de febrero de 2011

AMORES Y ESPINAS

Dicen que todas las historias de amor son iguales, que todo amor es un amor perdido, que cada vez es la primera vez y que cada noche es la última.

Puedo divagar, Puedo fingir y pretender,
Dolor de tus labios que se han secado,
Recordar sobre tus brazos vacíos,
Navegar en suspiros,
Lo que siempre odie de ti,
Fue lo que nunca hicimos,
Los hijos que no tuvimos,
Y las canciones que nunca te canté.




I

La primera vez que te vi supe que serías mía, pero que nunca me pertenecerías, que te entregaría mi vida y la perdería, fue como una revelación, una quemadura incurable.
La primera vez que te vi supe que el infierno existía ardiendo dentro de mí y que serías siempre una pregunta más que una respuesta,
Sin embargo me enamoré,
Sin embargo y sin respuesta,
Sin embargo y sin razón,
Sin embargo creí,
Sin embargo soñé.





II

Ella brillaba como la luna…

Dame tus ojos para ver el mañana, dame tus brazos para construir un hogar,
Dame tu imagen para improvisar un horizonte,.
Te regalo el viaje indomable, el espíritu de la contradicción.
La canción de la radio mal sintonizada que me distrae por un instante,
El jazz fosforescente, las notas avinagradas.
Te obsequio cinco poemas inconclusos que guardo bajo mi almohada,
Los pétalos secos de una flor sin nombre, alas para tus ojos.
Algunos recuerdos que coleccioné durante el verano.





III
¿Por qué no tu?
Por las aves y las lágrimas,
Por las huellas en la arena que dejó dios de niño,
Por la estrella fugaz que te dio su nombre.
Por que nada es definitivo,
Por que nada permanece,
Por que siempre,
Por que sí.


IV
Niña de ojos que duelen, que hieren con dulce promesa,
De piernas entrelazadas sobre mi tronco,
De tambores africanos e imágenes santificadas,
Sexo ardiente anticipado, orquídea salpicada de rocío
Brazos de santuario, refugio infinito.
Labios suaves y tersos, suspiros entrecortados,
Sonrisa de inocente perversión,
Reina vudú de solitarias islas.

Niña adivina implacable, talismán de sagrado tacto
Niña perdida de vacío transitorio,
Dueña de nada, creadora del todo,
Emperatriz de lo ausente y lo que permanece.
Tentación de pureza,
Besos que embriagan y someten.

Que borras de mi mente el mañana,
Que me atrapas en instantes,
Que lengua redentora,
Que silenciosos orgasmos.
Que el rojo y el blanco,
Que clavos, que flores, que pétalos en mausoleos.
Que el mundo es una tumba, que la noche es una puerta.
Que los ojos, que reflejos, que los juegos que jugamos,
Que las pestañas largas y las botellas vacías.
Que lagos inmensos congelados,
Que los gritos roncos de los sordos.
Que soy que no soy…

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